sábado, 30 de abril de 2011

AMATISTA


La Amatista es uno de los cristales más espirituales pues promueve el amor a lo divino, aportando luz en tu propia esencia y aportando sabiduría espiritual. 

Es una variedad de Cuarzo. Su color violeta es la combinación de azul y rojo.

La Amatista se utiliza para el Chakra Tercer Ojo.

La propiedad principal de la Amatista es serenar la mente, para que los hemisferios cerebrales puedan equilibrarse y sincronizarse. En general, llevamos una vida que exige mucho el uso del hemisferio izquierdo; este hemisferio es el lógico, concreto, lineal y rige toda la parte derecha del cuerpo. Cuando estamos desajustados, nuestra energía no fluye armoniosamente por ambos lados del cuerpo (izquierdo y derecho).

Trabajando nuestro Tercer Ojo con la Amatista, activaremos el Ojo del Alma. Este ojo es el que tiene la capacidad de mirar hacia dentro, de poder ver lo que nuestros ojos físicos no llegan a captar. Esta tarea no es fácil, ya que cuesta convencer a la mente de que se deshaga del control y se relaje. Pero con constancia lo podemos conseguir.

La Amatista es el que nos ayuda a acceder  los reinos interiores de la mente.

La Amatista es un cristal excelente para llegar al estado perfecto de meditación, ya que permitiendo que este cristal nos ayude paso a paso, conseguiremos llegar a un estado profundo de estar, un estado de conciencia armoniosa. Y cuando meditamos, la Amatista alejará los pensamientos de lo mundano, oriéntandolos hacia la tranquilidad más absoluta.

Cuando consigamos llegar a un estado de conciencia expandida y una relajación absoluta, es en este estado donde se produce el despertar del Maestro Sanador. Ese Sanador que llevamos dentro es el que nos permite transformar o reprogramar la mente, liberando los viejos patrones negativos y actualizándolos por nuevos. Es una auténtica experiencia de autosanación.
La energía del color violeta de la Amatista puede vibrar en la mente para cesar el ruido y dejar fluir la energía espiritual. Limpia así todos los residuos mentales que van acumulándose durante el día.

La Amatista potencia la creación de hormonas. Excelente limpiador sanguíneo. Alivia el dolor y las tensiones físicas, emocionales y psicológicas. Alivia los dolores de cabeza y nos ayuda a desprendernos de las tensiones. Nos ayuda a combatir el insomnio y nos ayuda a conseguir un sueño profundo, disipando las pesadillas.

Este cristal nos equilibra las subidas y bajadas, ayudando a un centramiento emocional. Nos da una gran ayuda para disipar de nuestras emociones el miedo, la ansiedad y la ira.






ÁGATA VERDE


La Ágata verde posee un gran poder energético y se suele utilizar principalmente para tratar el Chakra Corazón.

Es beneficiosa en casos de infertilidad. Ayuda a superar traumas emocionales. Aporta confianza en uno mismo. Excelente para la concentración en momentos de estudio. Aumenta la percepción y las capacidades analíticas.

Con la Ágata Verde podemos estabilizar el Aura, así como transformar las energías negativas en positivas.

Equilibra en caso de alteración emocional. Ayuda en los procesos digestivos, así como en la gastritis. Refuerza los ojos, el estómago, el útero, energetiza el sistema linfático, excelente limpiador del páncreas y vasos sanguíneos. Los problemas de piel también es recomentadable tratarlo con la Ágata Verde.


Antiguamente las mujeres bebían elixir de Ágata Verde para protegerse de la infertilidad.
Este cristal en forma natural ayuda en resolver disputas, potenciando la flexibilidad mental y emocional.

Refuerza la toma de decisiones. Ideal para personas introvertidas pues aporta seguridad en uno mismo.

martes, 12 de abril de 2011

ÁGATA AZUL




La Ágata Azul presenta un  bandeado que se puede apreciar concéntricamente, en bandas paralelas como unas ondas que forman unos paisajes cautivantes. El sólo mirarla da una sensación de suavidad, de fluidez en todo nuestro sistema energético.

La Ágata Azul es utilizada en el Chakra Garganta. Cuando nos referimos a la garganta estamos también incluyendo el cuello, la nuca y las cervicales. La tensión que se deposita en estas zonas del cuerpo afecta directamente a la garganta y a nuestra comunicación.

Este cristal asume la función de calmar y suavizar el Chakra Garganta. Pero muchas veces la tensión no se origina en esa parte del cuerpo, aunque se localiza allí. Esto provoca que la Ágata Azul transmita la tranquilidad necesaria para poder encontrar la raíz de las tensiones y bloqueos alojados en la garganta. El hecho de irradiar paz y de ser muy sutil en su contacto, nos permite abrir la garganta y liberar esas tensiones.

Pero esta no es la única función de la Ágata, ya que también busca el equilibrio entre la cabeza y el corazón, entre lo que pensamos y lo que sentimos. Cuando estas dos energías no están alineadas, el desequilibrio se siente en la garganta. Se producen contradicciones que se enredan y que, en lugar de ser expresadas con calma y serenidad, pueden salir impulsivamente haciendo daño o quedarse guardadas, estancándose.

La Ágata Azul nos recuerda que mantener la serenidad, el equilibrio entre lo que pienso y lo que digo es muy importante. Al relajar la mente, fluye la energía que baja de la cabeza hacia la garganta y el corazón se alivia, al poder subir a la garganta para encontrarse con la energía mental y ser capaz de expresar íntegramente a ambas. Esta experiencia aporta paz y nos da la posibilidad de probar que al hablar desde nuestra voz interior, nos fortalecemos.

Mentalmente este maravilloso cristal ayuda a la expresión verbal de pensamientos y sentimientos, por lo que libera la tensión mental.

Además libera los problemas de hombros y cuellos, las deficiencias de tiroides y las infecciones de garganta. Disminuye las fiebres, retira los bloqueos del sistema nervioso y ayuda en el tratamiento contra la artritis y problemas en los huesos.